No los amorosos de Sabines, ni los olvidados de Buñuel, ni los solos de Bañuelos; los divorciados que nadie conoce mejor que tú y yo. Unos cuantos, uno de cada dos. Historias de madejas deshilachadas, nubes desatendidas de espesura, diluvios faltos de ritmo, de atracción:
A V lo han echado de su casa por dejar las palomitas volar y los sueños propagarse de más por la mañana.
A D lo han corrido en la madrugada, apestando a ron y amor comprado ante la ausencia de sanidad que albergaba.
A JM le ganó el sueño americano y se encontró un día viviendo donde mismo pero ausente.
A C (ella) no le fue posible comprender que el amor sólo vive mientras permanece, en el instante y la persona en la que uno está.
A E le ganó la magia y el irrefrenable desempalagamiento de la pasión.
A P le dijeron que el éxito estaba en los miles de dólares ganados por un hombre tierno y honrado; él se levantó y fumó un spliff.
A J se le venció el acuerdo y la invencible monogamia temporal.
A C (él) lo terminó por separar la distancia creada como supuesta libertad y espacio individual.
En fin... todos tienen una historia compartida que ocultar... aqui hay 3 parejas separadas que hacen, 3 historias ocultas que guardar aunque al escribirlas, ya no lo estan tanto.
ResponderBorrarSaludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Eso que ni qué...Salud!
ResponderBorrarEs difícil conservar el amor, se rompe como buñuelos si el aceite no está hirviendo, si no están unidos del todo. Pero cuando encuentras a ese ser con el que te compenetras, ¿cómo separar lo inseparable? Una y otra vez me hago la pregunta que formulas en tu post anterior: "¿dejaré de quererte algún día, aun cuando me enamore de otro o tú de otra?"
ResponderBorrarBañuelos, no buñuelos, es el apellido de uno de los grandes poetas mexicanos y jalisciences, amigo y maestro mío: Raúl Bañuelos.
ResponderBorrarSé que era Bañuelos, aunque no quien :) Solo quise jugar al juego: Buñel, buñuelos, Bañuelos...
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