No puedes saber si la distancia más certera es la inmediata o la que se va estirando hasta volverse paja en un costal. Intentas medir el tiempo en gotas de lluvia, mariposas desfallecidas en Michoacán, granos de sal sobre las costas de Durban. Te estiras e intentas atrapar a un mosquito que ha estado rondando toda la noche; al mover la vista se reinventa el universo. Extiendes el sonido y las alas del viento son muros infranqueables. No puedes ni quieres saber si en verdad estás aquí o tú allá; los sueños te sirven de alimento suficiente para tu bendita ignorancia. Puedes no saber y sin embargo sabes. Pero tan, tan poco, que apenas te da la vida para decir: aquí estoy.
Hielorrusia, me lo has quitado de la boca...
ResponderBorrarAgrégame si, tienes msn: lillo_goodgirl@msn.com
ResponderBorrarEs importante; quiero hablar contigo.
Una sonrisa.