15 de junio de 2006

A propósito de las primeras lluvias...

No era un aire desligado, no se nadaba en el aire. Nos olvidábamos del límite de su color, hasta parecer arena indivisible que la respiración trabajosamente dejaba pasar. Llovía, llovía más, y entre lluvia y lluvia lograba imponerse un aire mojado, que aislaba, que hacía que nos enredásemos en las columnas, o que mirásemos a los hombres iguales que pasaban a nuestra lado durante muchos días y n muchos cuerpos distintos.

Extracto de Fugados de Lezama Lima en Juego de las decapitaciones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario