En la casa se cocinan soledades, se hierve la ilusión y se desmorona el pan del olvido. Pasé a visitarte pero no estabas. Me econtré con una sombra hace tiempo olvidada. Le dije: vámonos pa´la casa. Dubitativa, me miró de reojo y, sin decir palabra, volteó hacia atrá, apagó la luz y se marchó a mi lado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario