Hace un mes, aproximadamente, el periódico Australian decidió jugarle una broma a las editoriales, mandando un capítulo de una de las novelas del australiano Patrick White, premio Nobel de Literatura 1973. Todas las editoriales rechazaron el extracto del libro, algunas hasta aconsejando al autor asistir a algun taller literario. Según eso, se pudo ver cómo las editoriales ya no son capaces de distinguir una obra literaria. Yo nomás no se. Acaso la obra de White no sea tan buena -tendré que leerla para poder dar mi opinión. O simplemente las editoriales a las que mandaron el texto están más interesadas por vender que por editar literatura verdadera. Yo que se, pero el caso es que Australia es un país de horizontes que se pierden en la abundancia y distancias que separan a los indiividuos de una manera encabronada -o sea, gigantesca. No creo que haya mucha literatura que valga la pena, a excepción de Peter Carey, pero ya ni cuenta porque vive en NY. La gente lee mucho, pero no se de qué tanta calidad.
Más de White en sarsaparrilla.
Más de White en sarsaparrilla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario