5 de diciembre de 2006

lector

Cuando parece que ya no hay más escritor, aparece por ahí, como por causalidad, un lector o un editor. Es entonces cuando las letras vuelven al papel -los bits al cyberespacio, ¿dónde chingados queda eso?- para ser leídas según han sido buscadas. Parece que por fin saldrá -como si fuera concha de chocolate recién horneada en una servilleta durante el recreo en el Costa- el libro de Stig Larsson. Luisa, gracias por haberlo promovido, pero será en Guadalajara donde vea la luz. De todos modos, ya te llevaré algunos ejemplares para su distribución. Acaso en junio esté por allá, disfrutando de una buena paella o unas gambas a la sal.

1 comentario:

  1. Anónimo5:15 a.m.

    Qué bien, Omar. Me alegro infinito. Creo que el libro, Larsson y sus traductores lo merecen y mucho. Y me alegro que vaya a ser allá porque allá iniciastéis el camino del libro.
    Ojalá puedas venir y traer el libro.
    Enhorabuena, enhorabuena.
    Un beso.

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