La importancia de una buena frase

Una buena frase es mejor que un buen día, dijo Joh Banville ayer en conversación con un crítico literario local, ante aproximadamente unos 60 ancianos lectores y uno que otro renegado de la juventud, como yo. La sede del evento: Reader´s Feast en Bourke y Swanston. Es divertido que menciones eso... fue la frase con la que inició casi todas las respuestas del crítico, mientras que éste, recargado en su silla debido a su extraordinario panza, iniciaba las frases: es interesante que lo menciones... Parece que la literatura es divertida cuando se hace e interesante cuando se analiza. Y si, llevaba mi copia del libro The Sea, con el que ganó el Booker para que me lo firmara al final de la charla pero, al terminar la plática y ver a los viejitos formarse para comprar el libro y luego pedir que se los firmaran opté por seguirme derecho, hacia las escaleras eléctrica y dar un paseo por el Barrio Chino. Los escritores escriben, no firman, pensé.
Qué sentido de la ironía, del cinismo y lo macabro se carga el tipo este. Y que manera tan pausada de hablar, analizando cada frase con detenimiento, buscando la perfección y la palabra adecuada para cada concepto. En su conversación dejaba ver el arte de depurar un texto hasta volverlo obra de arte, como clama ha hecho con su novela del viejo que llega al sitio al lado del mar donde pasó parte de su infancia.