28 de julio de 2006

De charco en charco

Cuando ataca no hay quien la contenga. Crucé el Atlántico en un intento por dejarla atrás. Creyendo que la había perdido, volví para cruzar el Pacífico. Y así he andado el último año, de un océano a otro, mirando a mi tierra desde los otros dos charcos. Pero ahora parece que me ha encontrado y me ha pillado desprevenido. Me tiró sobre la cama el viernes pasado y desde entonces no me he podido levantar. Quién chingados le dijo que andaba por aca? Por qué no se queda de una buena vez en casa y deja de andar por todos lados, chingando a la borrega?

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