Una vez vivimos ante la posibilidad de ser. Demasiado
ocupados en el instante, vivimos sin mirar a la vida
pasar. Juventud: permanencia del momento.
Apuesto la conciencia --o el destilado que de ella quede,
a que la tormenta no es tormenta si truenos no lleva. O,
lo que es lo mismo, a que el presente no es huella
si no se mira desde lejos.
Supongo que hay puntos de dilución y estancamiento.
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