30 de diciembre de 2008

En primera plana

Cada vez entiendo menos. Leer las portadas (electrónicas) de los diarios que considero importantes, ya sea por su impacto social y político, o porque guardan vínculos con ciudades a las que en algún momento he llamado hogar (Guadalajara, Vancouver, Londres, Melbourne), cada día me causa una impresión mezclada. Leo, en la página de LVdeA, cómo también él se sorprende en su Lectura de la prensa. Por ejemplo, hoy: Paris Hilton causa furor al andar de compras por Chapel St., calle de las tiendas de moda en Melbourne, donde, hace un par de meses, tuvimos Yum Cha con los compañeros de trabajo de Ara; quieren prohibir el top-less en Bondi beach, donde el mes pasado me eché un chapuzón, al agua helada, al lado de mi papá. Estas son las noticias que pueden leerse y omitirse. No me gustaría hablar de las estadísticas que se van escalando por los ataques de Israel, o las narcofosas encontradas en Jalisco, o los golpes a La Familia, en Michoacán. También el cricket, el fútbol americano, Scorsese y los Rolling Stones, el rescate financiero (otro, si), ahora de la industria (póngale el nombre que guste), dos hombres perdidos en el bosque de Lorne, cuando iban en camino a un festival de música. Tanta información que ya nada me dice nada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario