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La realidad no es el hecho que sucede sino el concepto percibido. ¿Remontarse al viejo dicho taoista del árbol que cae en el bosque? -- No. Metáforas nuevas son necesarias; sin embargo, los tiempos que dediqué a coquetear con el budismo zen me traicionan. Volvamos al meollo, si es que asunto hay: Ayer fue el día más caliente que Melbourne ha vivido: 47 grados centígrados. Los periódicos del mundo anunciaron la muerte de al menos 35 personas, debido a la ola de calor que se vive por acá, en la isla al frente de Tasmania. Yo no lo sentí. Decidido a escapar a la realidad que escribió líneas en los diarios y se llevó casas, bosques y uno que otro canguro, entre otros, me recluí en mi supuesta realidad: 4 paredes, un escritorio, una MacBook sobre él, unos lápices y unas hojas para garabatear dessins d´enfant, y el aire acondicionado a la temperatura constante de 23 grados. ¡Benditas putas matemáticas que me abstraen del mundo real!
foto: The Age
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