(Pacheco, José Emilio. Las batallas en el desierto. Era, México, 1981)
I. El mundo antiguo II. Los desastres de la guerra III. Alí Babá y los cuarenta ladrones IV. Lugar de enmedio V. Por hondo que sea el mar profundo VI. Obsesión VII. Hoy como nunca VIII. Príncipe de este mundo IX. Inglés obligatorio X. La lluvia de fuego XI. Espectros XII. Colonia Roma
Una ciudad queda enterrada en el desierto; un niño escapa del desierto; la vida transcurre en el desierto; la vida es un desierto. Cualquiera de las frases anteriores puede utilizarse para iniciar un comentario sobre el pequeñísimo relato –apenas 60 mini-páginas– en el que se narra el crecimiento de un amor, la oscilación de la clase media mexicana, las luchas de clases, el dominio gringo que vino a jodernos a los mexicanos más de la cuenta y a favorecer a unos cuantos que sabían hablar inglés. La política y su polvo o tierra o lodo en el que se revuelcan los perros del desierto. A través de 12 capítulos, Pacheco nos permite acompañar a un niño de la colonia Roma –¿tan emblemática para los amigos Pacheco, Pitol y Monsivais, donde según Pitol solían dar caminatas en sus tiempos de universidad?– y sus enredos al enamorarse de la mamá de su amigo. En estos ires y venires, vemos al pobre, al rico y al jodido, al burócrata y al ejecutivo venido a menos; a los pistoleros y los lavadores de dinero y a las queridas de tales perros. Y la arena que cubre todo, y los vestigios que quedan cuando la civilización según uno la conoce se evapora ante los propios ojos y no queda mas que una ligera duda si la vida en verdad existió. Y la inocencia perdida, y Milton o Whitman o Blake o quien ustedes quieran.
... y aunque ellos no son mis amigos, me encanta caminar por la roma.
ResponderBorrarSaludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra