26 de junio de 2007

Anti-homenaje a Valluelos

Con las moscas en la mesa, merodeando, insistentes.
La Isla de Mezcaltitán y su miadero sin puerta; el Bar de
Moe, el Oso Negro y tantos otros: nomás vamos aquí a la vuelta.
Una vez creí en la palabra. Prostituí a la poesía, me emborraché-con-ella.
Aquí, levantas una piedra y brinca un poeta…
poetas sin poemas,
poesía regurgitada por viuditas sin rosario, mozalbetes temerosos al fracaso,
licenciados propios y uno que otro obscurantista, panadero o albañil.
Yo me refugiaba de mí mismo bajo la sombra más clara: si corrí, lo hice
torpemente; si volé sin moverme, fue porque mi ángel briago andaba.


Para el Anti-taller de poesía César Vallejo


2 comentarios:

  1. señor, sus letras me atraparon... ya me lo lei todito, un saludo

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  2. Anónimo12:55 p.m.

    Sí, así fué

    lrostro

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