
Han sido cuatro años de la marcha. Yo corrí cuando los frentes de policías salierons de avenida Juárez y de 16 de septiembre. Estabamos acorralados. Corrí y, entre los empujones, sólo el flash de mi cámara fotográfica salió dañado; yo, ileso. Pero si vi como los policías golbeaban a los negros, a los que intentaron cruzar la barrera y se enfrentaron hasta las últimas consecuencias. Una guerra en la que nadie pierde ni gana, pero donde la libertad se vuelve presente y la necesidad de ella.
También hubo otros, no sólo los llamados "altermundistas" que participaron en la marcha. Hubo familias y niños, grupos con música y campesinos. No todo fue violencia. Pero nos unia la necesidad de decir que no estabamos de acuerdo con ciertas política económicas y que el pueblo ha de ser tomado en cuenta cuando se toman decisiones a nivel nacional e internacional.
Hoy ya no estoy tan seguro del poder de las marchas, o si lo estoy pero de lo que no estoy tan seguro es de la necesidad de mi participación en ellas. Ahora creo que el cambio ha de ser fraguado de otra manera, desde dentro del sistema, donde en verdad algo se puede hacer.
De cualquier manera, desapruebo la tortura y el encarcelamiento injustificado, sea cual sea la causa. Y espero que el gobernador de Jalisco de un paso hacia la verdad y la justicia.
FOTO: ARTURO CAMPOS CEDILLO, tomada de La Jornada Jalisco
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