Siguiendo con los temas de la caca, la mierda, el excremento o la "popó", en el lenguaje de los más recatados, comparto unas líneas de las primeras páginas de la última novela titulada La voluntad y la fortuna, de Carlos Fuentes. Recién llegadita de México, importada a la isla en el equipaje de mis padres.
La historia comienza cuando una cabeza de un hombre de 27 años pide permiso para presentar a su cuerpo, el cual pronto ha de ser cadáver. El personaje advierte que, si el lector no quiere saber de las intimidades del cuerpo de la cabeza, salte al siguiente capítulo. Advertencia ignorada, unas líneas mas abajo, leo:
Me cago en las nalgas de la virgen, digo yo, siguiendo la filosofía (de L Buñuel?) sobre cómo la mejor forma de adorar a dios es a través de la blasfemia. Pinches maristas, lo que nos fueron a in-culcar. Y tú, cómo la traes...?
La historia comienza cuando una cabeza de un hombre de 27 años pide permiso para presentar a su cuerpo, el cual pronto ha de ser cadáver. El personaje advierte que, si el lector no quiere saber de las intimidades del cuerpo de la cabeza, salte al siguiente capítulo. Advertencia ignorada, unas líneas mas abajo, leo:
En todo caso -en mi caso-, la mierda es casi siempre dura y marrónea, a veces enroscada con estética como las de barro que venden en los mercados, a veces diluida y atormentada por los picantes nacionales: mierda mía. Y rara vez (sobre todo al viajar) reticente y mal encarada.La cabeza dice esto, después de discurrir sobre las bondades de la caca mediterránea y citar a Quevedo: ¨Más te quiero que a una buena gana de cagar¨.
Me cago en las nalgas de la virgen, digo yo, siguiendo la filosofía (de L Buñuel?) sobre cómo la mejor forma de adorar a dios es a través de la blasfemia. Pinches maristas, lo que nos fueron a in-culcar. Y tú, cómo la traes...?
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