29 de mayo de 2008
28 de enero de 2007
23 de septiembre de 2006
Aliento
Hay otros que necesitan pasar días y días inmersos en la historia que cuentan, en la catársis de ser y vivir la historia del otro, del combatiente que es uno mismo porque
para conocerse a uno mismo es necesario mirarse desde el otro. Bruce Lee decía que, cuando tiene un enfrentamiento, el contrincante no es el otro sino uno mismo. Uno pelea para vencerse a sí mismo. Esta es la novela, invento de la burguesía, hija de la locura de don Quijote. Si hay otros géneros no son más que oscilaciones entre estos dos. Digamos, por ejemplo, la dramaturgia. Ésta puede virar desde el extremo poético de la metáfora que no llega jamás a concretarse en la realidad a la protesta social que no es más que un minucioso análisis del uno hombre en una sociedad.
Creo que también tiene que ver la edad con el objeto de escritura. Para escribir una novela hace falta haber vivido unas cuantas. La poesía, por otro lado, ha sido asociada a la juventud, a la percepción del mundo según la experiencia propia, sin necesidad de vicios o recovecos.
En ciencia, las matemáticas serían como la poesía y la física como la novela.
15 de septiembre de 2006
La lista corta del Man Booker 2006
Grenville, Kate The Secret River - Canongate
Hyland, M.J. Carry Me Down - Canongate
Matar, Hisham In the Country of Men - Viking
St Aubyn, Edward Mother’s Milk - Picador
Waters, Sarah The Night Watch - Virago
14 de septiembre de 2006
7 de septiembre de 2006
5 de septiembre de 2006
Pa leer en la semana
Al margen
Cálamo
Fractal
Y calmo mis ansias de leer en español esta semana en
Esperando a Godot
El interpretador
25 de agosto de 2006
23 de agosto de 2006
Las dos Fridas
1. Frida en el Tate
A través de la ventana el Támesis, frontera
entre norte y sur, separa al arte de dios.
Personas van y vienen; asombradas
recorren la exposición. Hemos llegado
al otoño. Afuera: doradas, rojas,
amarillas hojas. Adentro: cálido, húmedo
silencio vagabundo. Me detengo
y contemplo a Las dos Fridas,
personaje en dualidad: a la derecha Frida
con vestido de tehuana, diego
y su entero corazón; a la izquierda Frida
con vestido de novia colonial –roto el corazón la
sangre
cae.
Frida cuelga su vestido entre rascacielos neoyorquinos.
Yo me pongo la chamarra y salgo
a los barrios de las calles londinenses con
sus prisas, un chingo de culturas y posmodernidad.
Ya en el Costcutter de la esquina me atiende un iraní.
Un limón y un plátano. 4 pounds please; thanks.
Los frutos de la tierra son el orgullo de la patria. La
nostalgia del exilio voluntario me dice vuelve
a casa, al hogar. El vestido sigue
colgando
por allí.
2. El Tate en Frida
Casi al final de sus días
con la columna dañada
el corazón quebrado
dice: soy desintegración.
Siempre en dualidad:
oriente, occidente,
sol, luna,
vida, muerte.
Tradición o progreso:
pitahayas, frijol y calabaza;
dólares, ropa fina y electricidad.
Un ojo aquí, una mirada allá.
Dos puertos unidos al cruzar el charco.
Frida se reinventa en la tradición de dos mundos.
Si a veces la vida falla, la ficción permite su continuidad.
En la pintura la vida recupera su sentido:
Miguel sostiene un rehilete; al fondo
un caballito de palo.
Eva es pintada por Eva.
Carranza chupa una paleta tricolor
mientras le rizan las canas.
Nomás unos cuantos piquetitos y la sangre
brota hasta manchar el marco.
Caballito de petate, perro itzcuintli,
calendario azteca, santa claus, el puto tranvía,
New York, diego, Coyoacán, diego, diego en mi corazón.
A propósito de la exposición de la obra de Frida Kahlo en la Galería Tate Modern, Londres, octubre 2005.
17 de agosto de 2006
Günter Grass: el pasado ineluctable
Espero algún día tener la confidencia para decir la verdad, sea cual sea.